domingo, 20 de noviembre de 2011

carta abierta

Derecho a una vida digna, a una vivienda, a la educación, a la salud, a un medio ambiente saludable, al trabajo, a la protección social, a la seguridad, a la cultura. Todos estos, como podemos ver, son corrompidos a diario.

Succión de vidas inocentes, muerte a sangre fría, inseguridad en la puerta de cada hogar, analfabetismo, robo de identidades, desocupación, desvalorización de los pueblos originarios, miles de niños con estómagos vacios. Realidad bastante conocida, paisaje diario de un suelo argento.

En la Argentina, los derechos humanos fueron testigos de una historia de opresión. Empezando con inmigrantes y obreros, Luego, víctimas de la dictadura y del terror de estado, entre otras.

Todo empieza en el 1527 cuando colonizaban América y los europeos llamaron salvajes a los pueblos originarios. Se produjo un genocidio cultural y físico .Imponiendo su religión, su cultura, su organización. Fueron arraigándole el alma a estos “indios”. Muchos muriéndose por actos de “civilización”. Solo hablando de la colonización y dejando afuera la campaña del desierto época más moderna pero con la misma ignorancia y salvajismo se asesino a familias enteras para apropiarse de sus tierras.

          Eduardo Galeano en el texto: “Cinco siglos de prohibición del arcoíris en el cielo americano” nos dice: Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser.

Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible.

América, ciega de racismo, no las ve.” Ya lo dijo todo.

Avancemos al 1880 en donde hubo gran flujo de inmigraciones. Obligados por la pobreza y por la idea de un progreso, italianos, españoles, polacos, alemanes y otros, llegan al país escapándose de una miseria y llegando a otra.

Propietarios que aprovechaban ante la necesidad de vivienda. Burgueses que veían la oportunidad de conseguir mano de obra barata y por lo tanto existía la explotación. Los conventillos fueron el foco de hacinamiento y enfermedades.
 La ley de Educación Común, la ley de Registro Civil y de Matrimonio Civil, la ley de Residencia y de Defensa Social, daban cuenta del marco legal por medio del cual millares de obreros fueron arrancados de sus lugares de trabajo y expulsados del país.

A pesar de que estos inmigrantes, provenían países lejanos, hoy en día forman parte de nuestra población, forman parte de nuestra gente, son nuestra historia. La represión que sufrieron fue bajo el cielo de la patria celeste y blanca, sumando un acto más en donde los derechos humanos se volvieron inapreciables por nuestra sociedad.

1976, Proceso de reorganización nacional.
¿Cuántas almas sacrificadas por un idealismo de algunos? ¿Cuántas identidades robadas? ¿Cuántos gritos atroces y callados para siempre? ¿Cuántos jóvenes murieron en suelos helados? ¿Cuánta memoria nos queda?  
Todos sabemos cómo se reorganizo. Hoy 30.000 almas no están, 30.000 voces calladas y olvidadas por muchos.
En “la carta abierta de un escritor a la junta militar”, nos cuenta una realidad.
“Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de
desterrados son la cifra desnuda de ese terror.” Rodolfo Walsh dio a conocer esas cifras el 24 de marzo de 1977. Este denunció al gobierno de ilegitimo y de ejercer su autoridad de manera violenta. Hablo de las torturas, los secuestros. Se hiso cargo de la parte que le tocaba por ser montonero. Dio nombres cifras, acusó y no solo expreso la realidad social sino también de la realidad económica, “Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas” Describe el verdadero objetivo del golpe de estado que era el plan económico de miseria planificada.

Cito de esta carta abierta ya que el escritor la escribió no solo para que la gente conozca la situación en el país sino que también para perdurar en el tiempo como militante y escritor. Por eso me parece interesante recordarlo cuando existe la ocasión.

Datos sobre el gobierno de facto hay demasiados, pero solo pondré que consideraban subversivos a estas personas: Los que ayudaban en las villas miseria, Los que tenían como objetivo una mejora en los salarios, Los miembros de alguno de los centros estudiantiles, Los periodistas que demostraban su desacuerdo con los represores, y hacia la represión, capaces de demostrar su desacuerdo a través de un artículo periodístico, Los psicólogos y los sociólogos, por pertenecer a profesiones sospechosas y Los amigos de cualquiera de estas personas.

Esto sin mencionar a los jóvenes inocentes que fueron a tierras lejanas donde sucedió un error, un horror. Sin previa preparación los mandaron a una guerra en donde se enfrentaron a gente profesional.

Actualmente, los pobres son más de 20,8 millones en todo el país, lo que eleva la tasa al 57,5% de la población total; mientras que el 27,5% están por debajo de la línea de indigencia. Ante estos datos se dificulta la idea del “Derecho a una vida digna, a una vivienda, a la educación, a la salud”. El desempleo es de un 13, 8, la analfabetismo en hombres es del %3,4 y en mujeres del %3,5. Según un dato, La capital de la provincia tuvo un promedio, en 2009, de 18,4 homicidios cada 100 mil habitantes. Indígenas Tobas reclamando sus tierras.

La historia sigue. Y cada vez mas es el descaro con el que los derechos son tan delebles para algunos. En pocos párrafos pudimos contar casi 500 años de historia, historia de represión si queremos aludir a los derechos humanos. No podemos estar sucesivamente repitiendo la misma historia.
Si a la concientización argentina sobre lo que son los derechos y de lo que se debe hacer para cumplirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario